buscan a varios prófugos
Desde el Juzgado Federal Nº 2 investigan cómo operaba la banda. Uno de los acusados fue baleado en un presunto "ajuste de cuentas".
Tres de los policías de la provincia de Salta detenidos el lunes acusados de conformar una banda dedicada al narcotráfico se negaron a declarar. En tanto, el efectivo restante, cuya identidad no trascendió, inició su relato pero no lo terminó frente al juez. Y un suboficial de la división Infantería se mantenía prófugo.
Una de las hipótesis que maneja la justicia sobre el modus operandi de la red está basada en los allanamientos clandestinos que consistían en irrumpir ilegalmente en algún domicilio cercano al que tenía que ser allanado -sin previa orden judicial- para que de esta forma los narcotraficantes notaran la presencia policial y huyeran dejando los cargamentos. “Luego los efectivos ingresaban a la vivienda en cuestión y se apropiaban del estupefaciente. De esta forma lo iban acopiando”, aseguraron las fuentes policiales. También se conoció que uno de los policías señalados habría fingido el 6 de abril haber intentado atrapar a dos delincuentes que circulaban en una moto, luego de arrebarle la cartera a una mujer. En ese episodio hubo una persecución y el policía recibió un balazo en el hombro. Los investigadores explicaron que ese hecho “respondería a un ajuste de cuentas". No hubo denuncia, ni testigos”, aseguraron las fuentes al diario El Tribuno. .
En total, se informó que hay siete detenidos, cuatro de ellos policías, entre estos un oficial de la fuerza, y tres civiles. El ministro Eduardo Sylvester aseguró ayer frente a distintos medios que hay policías prófugos, pero no precisó cuántos.
Una fuente policial consultada por El Tribuno manifestó que al menos serían 17 los efectivos que estarían implicados en distinto grados de participaciíon con el “narco gate”. Otra fuente confirmó que la investigación tiene más de un año, y que llamativamente cuando el juez firmó los cinco allanamientos solicitados por los detectives internos alguien reveló la medida judicial horas antes a los propietarios de la droga, no así a los policías implicados, que fueron detenidos cuando llegaban al domicilio señalado por la justicia en busca del “cargamento” pactado telefónicamente.
Los vecinos dijeron que la casa fue “limpiada” desde las seis de la mañana. En la tarde del lunes, los informes oficiales hablaban del secuestro de marihuana, pesos y poco más de 33.000 dólares. A la noche, el ministro Sylvester confirmó que se trataba de cocaína, cuya pureza desconocía, poco más de 3.000 dólares y algunos pesos nacionales, pero deslizó que la cocaína enconteada estaba embalada en botellas de 500 cc de gaseosa, selladas, que las armas eran del Estado y que el poder corruptor narco "todo lo podía". Poco después las botellas embaladas se convirtieron en tizas, los dólares en pesos, las armas eran menos y el acopio y comercialización se transformó en venta callejera de cocaína, lo que marcó contradicciones con la versión inicial. Fuente: Tiempo Argentino
Una de las hipótesis que maneja la justicia sobre el modus operandi de la red está basada en los allanamientos clandestinos que consistían en irrumpir ilegalmente en algún domicilio cercano al que tenía que ser allanado -sin previa orden judicial- para que de esta forma los narcotraficantes notaran la presencia policial y huyeran dejando los cargamentos. “Luego los efectivos ingresaban a la vivienda en cuestión y se apropiaban del estupefaciente. De esta forma lo iban acopiando”, aseguraron las fuentes policiales. También se conoció que uno de los policías señalados habría fingido el 6 de abril haber intentado atrapar a dos delincuentes que circulaban en una moto, luego de arrebarle la cartera a una mujer. En ese episodio hubo una persecución y el policía recibió un balazo en el hombro. Los investigadores explicaron que ese hecho “respondería a un ajuste de cuentas". No hubo denuncia, ni testigos”, aseguraron las fuentes al diario El Tribuno. .
En total, se informó que hay siete detenidos, cuatro de ellos policías, entre estos un oficial de la fuerza, y tres civiles. El ministro Eduardo Sylvester aseguró ayer frente a distintos medios que hay policías prófugos, pero no precisó cuántos.
Una fuente policial consultada por El Tribuno manifestó que al menos serían 17 los efectivos que estarían implicados en distinto grados de participaciíon con el “narco gate”. Otra fuente confirmó que la investigación tiene más de un año, y que llamativamente cuando el juez firmó los cinco allanamientos solicitados por los detectives internos alguien reveló la medida judicial horas antes a los propietarios de la droga, no así a los policías implicados, que fueron detenidos cuando llegaban al domicilio señalado por la justicia en busca del “cargamento” pactado telefónicamente.
Los vecinos dijeron que la casa fue “limpiada” desde las seis de la mañana. En la tarde del lunes, los informes oficiales hablaban del secuestro de marihuana, pesos y poco más de 33.000 dólares. A la noche, el ministro Sylvester confirmó que se trataba de cocaína, cuya pureza desconocía, poco más de 3.000 dólares y algunos pesos nacionales, pero deslizó que la cocaína enconteada estaba embalada en botellas de 500 cc de gaseosa, selladas, que las armas eran del Estado y que el poder corruptor narco "todo lo podía". Poco después las botellas embaladas se convirtieron en tizas, los dólares en pesos, las armas eran menos y el acopio y comercialización se transformó en venta callejera de cocaína, lo que marcó contradicciones con la versión inicial. Fuente: Tiempo Argentino
