La ex Gran Hermano sacó la cuenta de cuán difícil puede ser el mercado laboral entre las mediáticas surgidas de la casa más espiada de la Argentina.


Si alguien se preguntaba por qué la ex "Gran Hermano" Jésica Hereñú había desaparecido de la rotación mediática local, la explicación más simple es que la morocha no tiene los ojos puestos en la Argentina a la hora de expandir su carrera de modelo.


"Acá el ambiente está muy curtido. Si no gateás, no trabajás mucho. De diez chicas que están en el medio, siete gatean, es la realidad, por más que digan que no. Obviamente lo hacen con gente poderosa como empresarios, políticos o los mismos productores", explicó Hereñú al sitio Ciudad.com.

"Ir a laburar afuera a mí me benefició en ese sentido, yo nunca acepté ese tipo de propuestas, por eso tengo un Fiat Siena modelo 98 descompuesto en el taller y no un Mini Cooper. Antes de gatear prefiero volver a limpiar mesas, como cuando fui moza", sentenció la morocha, quien supo adornar las páginas de revistas como Playboy y Hombre.