La ciudad de Tartagal está consternada por la trágica muerte de un adolescente de 17 años quien el fin de semana anterior resultó con una gravísima lesión y días después murió.

La víctima se accidentó luego de perseguir a otro menor, miembro de una banda que asuela en la zona de Villa Saavedra que momentos antes le había arrebatado el teléfono celular a una amiga. Iván Toledo, estudiante de quinto año del Colegio religioso Santa Catalina de Bolonia de Tartagal, persiguió al ladrón pero con tanta mala suerte -pero sobre todo desconocimiento del lugar- por lo que perdió pie y cayó sobre los gaviones y las escalinatas de cemento construidas en los laterales del cauce del río Tartagal.

Iván permaneció en estado grave hospitalizado en Orán pero lamentablemente falleció el sábado, alrededor de las 20, como consecuencia de la lesión cerebral que presentaba. Su fallecimiento causó hondo pesar en Tartagal ya que se trataba de un adolescente muy conocido, quien se aprestaba a terminar el quinto año en el colegio religioso donde, tristemente sus restos están siendo velados, más precisamente en la capilla de la institución educativa.

Todo se produjo el fin de semana anterior cuando Iván Toledo se encontraba con un grupo de amigos con quienes habían estado en el corso color que se realizaba en Tartagal. Junto con otro chico de su misma edad, el adolescente acompañó a una de las amigas hasta su casa, ubicada en cercanías a la intersección de las calles Sarmiento y 9 de julio en pleno centro de la ciudad. Al parecer cuando se encontraban charlando en la puerta de la vivienda de la jovencita, se acercaron dos miembros de una patota y uno de los malvivientes- también menor de edad-, le sustrajo el celular a la joven y escapó por calle Sarmiento en dirección al cauce del río. Iván y su amigo persiguieron a los delincuentes que escaparon en diferentes direcciones. El que le había quitado el celular a la chica dobló por la calle 13 de junio e Iván lo siguió, pero lamentablemente se cayó.

Fuente El Tribuno